martes, 17 de febrero de 2009

La tentación

La tentación de hablarte a 120 pulsaciones por minuto, la tentación de ver la foto que te hice a medias en la ciudad que me acabó de robar un sueño, la tentación de esperar sentir una señal de cariño oculto y no manifiesto.

La tentación de tocarte aunque sólo sea entre bits y ruido, la tentación de susurrarte cosas al oído para que te rías, la tentación de querer verme atrapado en tus ojos, la tentación de ver tus faltas de ortografía en inglés.

La tentación de engañarme a mí mismo y pensar que no estoy equivocado, la tentación de querer besarte los labios con los ojos cerrados, la tentación de volver a verte otra vez al volante de mi coche.

La tentación de despertarme a tu lado y salir sigilosamente de la cama para no despertarte, la tentación de despertarme a tu lado y abrazarte, la tentación de darte un beso puro en la espalda y notar que te estremeces.

Es la tentación la que me ha llevado a hablarte esta noche, y después de un momento de duda me has contestado... Y te has despedido con un "have fun!", y no sé si no te atreves a más o ya no te sale. A mí sí me sale más, pero me lo callé. Me callé ese beso que seguro sentiste, y me mordí los dedos para no teclear un triste "I miss you", aunque sea sincero.

No te preocupes, todo irá bien.

domingo, 1 de febrero de 2009

Se hace camino al andar

Poco a poco se va perfilando un camino, tenue al principio, borroso al final. Con unas piedras que me marcan los bordes, y que a veces se pisan y se clavan en la planta de los pies. Un camino lleno de polvo, pero grueso y seco como la arena del mar, por lo que resulta fácil sacudírselo aunque siempre queden restos en los rincones mas imposiblemente accesibles.
Doy unos primeros pasos torpes, pero decididos. Sé que no puedo mirar hacia atrás. Que el camino recorrido no cambiará por mucho que lo mire, lo analice, lo descuartice y lo intente rehacer. Pero una fuerza insospechada me tira hacia delante, porque cualquier tiempo futuro será mejor, porque significa que llegamos. Yo llego, poco a poco, déjame tiempo, un poquito más, tengo que asegurarme de que no doy pasos en falso, aunque ningún paso es en falso cuando se avanza. Los pasos en falso son los que se dan hacia atrás. Y acabaré corriendo, y saltando y haciendo piruetas, porque todo lo que al principio es tenue y borroso al final se hace más claro a medida que uno se acerca.
Acompáñame en este camino, necesito compañía, los viajes solos son divertidos al principio, luego se hacen pesados. Dame la mano, agárrala fuerte y estira de mí cuando me falten las fuerzas. Prometo hacer lo mismo.
Avanzo, pokito a poko...