martes, 17 de febrero de 2009

La tentación

La tentación de hablarte a 120 pulsaciones por minuto, la tentación de ver la foto que te hice a medias en la ciudad que me acabó de robar un sueño, la tentación de esperar sentir una señal de cariño oculto y no manifiesto.

La tentación de tocarte aunque sólo sea entre bits y ruido, la tentación de susurrarte cosas al oído para que te rías, la tentación de querer verme atrapado en tus ojos, la tentación de ver tus faltas de ortografía en inglés.

La tentación de engañarme a mí mismo y pensar que no estoy equivocado, la tentación de querer besarte los labios con los ojos cerrados, la tentación de volver a verte otra vez al volante de mi coche.

La tentación de despertarme a tu lado y salir sigilosamente de la cama para no despertarte, la tentación de despertarme a tu lado y abrazarte, la tentación de darte un beso puro en la espalda y notar que te estremeces.

Es la tentación la que me ha llevado a hablarte esta noche, y después de un momento de duda me has contestado... Y te has despedido con un "have fun!", y no sé si no te atreves a más o ya no te sale. A mí sí me sale más, pero me lo callé. Me callé ese beso que seguro sentiste, y me mordí los dedos para no teclear un triste "I miss you", aunque sea sincero.

No te preocupes, todo irá bien.

1 comentario:

Alex Pler dijo...

"La tentación de volver a verte otra vez al volante de mi coche".

Me gusta la gente valiente. La que no se limita a decir: "Te quiero tanto" sino que desgrana todas esas mini-cosas, los detallitos en los que nadie más se fija, los que nos delatan, porque eso es estar enamorado. La impresión de verle conducir tu coche, de ofrecerte por completo a la otra persona, de sentirte seguro porque él conduce.

Bravo.